Rehuso mi ser, a mí
cuando el corazón aún está latente aunque gélido
con ojos enmicados e inmunes al llanto
a la vez, fui fuerte
y entendía que los pasos no se agotan
que mis labios y mi lengua se cansaban
se secaban y no habían lágrimas que los humedecieran.
No corrí, me detuve, por el tiempo en que todo fue mejor
por las veces en que la sonrisa no ausentaba
cuando el día de hoy me sonaba a que habría mañana
y yo quería que hubiese.
Nunca es tarde, pero tampoco es temprano
si me escondo debajo de este escritorio el día se hará noche
y con la noche, no llegará nada
mas no importa, yo siempre espero.
1 comentarios:
...algo bueno debe tener el negarse.
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